Motivación
La sustitución de los textos y otros contenidos impresos por sus versiones digitales, sobre todo en lo que respecta a los repositorios de conocimientos y creatividad de los humanos, libros, periódicos, revistas, publicaciones científicas y profesionales, manuales, guías, mapas, etc., es una consecuencia natural de la revolución de la informática y de la Web. Su resultado final futuro será la desaparición de la cultura de la impresión.
Es válido cuestionar los comportamientos, costumbres, preferencias, conocimientos y creencias humanas, aún los más aceptados y arraigados. De lo contrario no sería posible el progreso. Así, ante una tendencia aparentemente natural como lo es la digitalización de los textos, es oportuno detenernos a examinar sus reales ventajas y desventajas.
La motivación principal para digitalizar los repositorios de conocimientos humanos puede, en mi opinión, ser sintetizada de la siguiente manera:
El principal contenido de los libros, periódicos, revistas, publicaciones científicas y profesionales, y demás documentos impresos para fines de transmitir conocimientos, es la información. En el estado actual de la tecnología y la ciencia, el medio digital es donde la información mejor se puede almacenar, acceder, manipular y transmitir.
Ventajas
Dicho lo anterior, y para no teorizar en forma abstracta, listo a continuación los principales beneficios concretos de los textos digitales:
- Ocupan mucho menor espacio físico de almacenamiento.
- No se deterioran como los impresos en papeles.
- Favorecen el medio ambiente por los ahorros de papel (árboles) y la energía necesaria para su impresión, encuadernación y distribución.
- Permiten el uso directo de los textos digitales en software de presentación y proyectores en las aulas y salas de conferencias. Ahorra así la necesidad de fotocopias y uso de escáner.
- Facilitan y aceleran exponencialmente la transmisión de los textos digitales vía Internet y otros medios electrónicos. Esto es muy importancia para transmisión de información urgente a puntos lejanos: Transmisión de información de ayuda a barcos naufragados o a naves espaciales.
- Eliminan el problema de las ediciones fuera de imprenta y de las tiradas limitadas para las revistas y periódicos.
- Mejor manejabilidad y portabilidad para los lectores: Menor tamaño físico y peso, facilidad de búsqueda dentro del texto, mejores posibilidades de anotaciones, etc.
- Posibilitan el ajuste de los tipos, colores y tamaños de letras; y los fondos de las páginas para adaptarse al gusto individual de cada lector.
- Permiten tener simultáneamente más de dos páginas abiertas, aún no consecutivas.
- Posibilitan la incorporación de multimedia – animación, sonido y música - abriendo camino a un nuevo tipo de expresión artística.
- Incorporan enlaces a la Web.
- Permiten la corrección de las erratas en los libros mediante acceso vía Web al portal de la casa editora.
- Facilitan la traducción automática a otros idiomas, directamente por los usuarios, mediante los softwares de traducción que seguramente seguirán mejorando en cuanto a calidad. Se eliminan así las barreras idiomáticas.
- Permiten el uso de la tecnología que traduce textos a voces, y así facilitan enormemente el acceso a los textos para los no videntes. Con esa misma tecnología es predecible que en el futuro muchas personas sin impedimentos de la visión en vez de leer libros, periódicos o revistas, preferirán en ocasiones escucharlos. Esto será posible sin la disponibilidad de la versión auditiva de esos textos que, por lo de más, difícilmente se producirán en forma completa para los periódicos y revistas [1].
- Facilitan su integración a bibliotecas digitales, proveyendo mayor facilidad de acceso a más usuarios.
- Son las bases de la futura integración de todos los repositorios del conocimiento y creación humana en una gran enciclopedia digital universal o sistema de información universal, como lo denominó Andrei Sakharov en 1974 [2].
Desventajas
Ante esa cantidad de ventajas, ¿realmente existen las desventajas con respecto a los textos impresos? Desafortunadamente sí existen:
- Requieren la disponibilidad de un dispositivo electrónico que “traduzca o descodifique” los textos almacenados en forma digital y los presente en forma de letras inteligibles.
- Necesitan de la disponibilidad de la fuente de energía con la que pueda funcionar el dispositivo de lectura. Aún en presencia del dispositivo electrónico, si se agota o interrumpe la fuente de energía se imposibilita la lectura.
- Se incurre en gastos de energía durante el uso de los dispositivos de lectura.
- Generan desechos digitales (PCs, laptops y demás equipos viejos desechados). No obstante, es predecible que en el futuro la mayoría de los usuarios usarán sus teléfonos celulares, organizadores electrónicos, PCs, laptops, etc., para leer los textos digitales, así no deberían generarse desechos digitales adicionales más que los que generarían de por sí esos dispositivos, cuyos usos se extienden más allá de la lectura de textos digitales.
- En el estado actual (noviembre del 2007) todavía la tecnología de las pantallas no permite necesariamente una lectura totalmente placentera. Manejar muchos documentos simultáneamente puede ser limitado en la práctica por el tamaño las pantallas. Sin embargo, sí es de esperar que dicha tecnología siga mejorando, y esta desventaja desaparezca en el futuro.
- Los complicados y diferentes esquemas de la gestión de derechos digitales (digital rights management - DRM), usados para la protección del derecho de autor y propiedad intelectual pueden causar que en ocasiones la lectura del texto digital se torne imposible. Ejemplo: cuando se utiliza servidores en la Web para la verificación de la identidad del lector, y dicho servidor esté temporalmente fuera de servicio o la conexión a la Web no esté disponible en ese momento.
- La información almacenada digitalmente puede ser corrompida por ataques de virus informático y daños de dispositivos de almacenamientos (discos duros, CDs, DVDs, etc.). No obstante, la tecnología de la informática sí provee medios de respaldos (backups) para guardar y restaurar informaciones al alcance de los usuarios.
- Se pierde en gran medida la “relación personal” entre los libros y sus dueños. Para muchos un libro es una posesión muy personal con el cual establece una especie de “relación afectiva”. Con un medio digital invisible como los libros digitales es muy difícil que se pueda establecer esa afectividad. Es algo que lamentablemente va a suceder con muchos avances tecnológicos.
La última es una desventaja irremediable. Sólo podremos adaptarnos y conformarnos con aceptar a cambio las ventajas. Las más importantes son la tercera y la cuarta. Esperemos que a través del ingenio humano la energía renovable limpia sea una realidad en el futuro cercano. Lo mismo ha de esperarse en cuanto a los desechos: El remedio estaría en la búsqueda de medios para facilitar y abaratar el reciclaje de esos desechos, y utilizar materiales biodegradables y no contaminantes en la fabricación. De las otras, sí es predecible que serán minimizadas con los futuros avances tecnológicos.
Consideraciones finales
¿Cuánto tiempo les pudieran quedar a los textos impresos?
En cuanto a periódicos, revistas, publicaciones científicas y profesionales, manuales, guías, mapas, etc., la digitalización de sus contenidos es un proceso ya bastante avanzado y es posible que sus versiones impresas desaparezcan totalmente en unas pocas décadas. Dependerá en parte de que las infraestructuras de telecomunicación y el Internet lleguen a todos los rincones del mundo, a un costo razonable, y su uso sea ubicuo.
En lo que respecta a libros, con la excepción de las enciclopedias, su inicio ha sido más lento, y muy posiblemente tomará mucho más tiempo. Luego de la invención de la imprenta de Gutenberg a mediados del siglo XV, la creación de los libros manuscritos continuó por cerca de un siglo más, debido principalmente al costo de la impresión en aquella época. El desafío actual puede ser que mientras existan todavía áreas de extrema o alta pobreza en el mundo muy posiblemente se seguirán usando libros, guías y mapas impresos en esas zonas. Y en este siglo XXI la humanidad se enfrenta a varios desafíos importantes que pudieran tomar precedencia sobre la eliminación total de la pobreza en el mundo: El cambio climático (y todas sus consecuencias), el terrorismo, y las posibles crisis energéticas. Una posibilidad es que aunque se descontinúen en el futuro las ediciones impresas, para el uso de las zonas pobres que no tengan acceso a las telecomunicaciones se impriman en papel los textos digitales.
Eventualmente, tarde o temprano, en el futuro sí es de esperarse que los libros impresos en papel se conviertan en reliquias valiosas de la historia, testigos de la generación del conocimiento y la creatividad humanos, y responsables de su transmisión y preservación. Algunos los echarán de menos, sobre todo por su valor sentimental y su existencia como objetos físicos palpables, algunos con visos de obras de arte. Es un precio que tendremos que pagar para ganar a cambio las conveniencias de los textos digitales, de la misma manera que la expresividad y belleza de libros manuscritos dejaron su lugar a los libros impresos a partir del siglo XV.
Continuaremos próximamente con otra entrada tocando otros aspectos de este tema.
Notas
[1] Personalmente yo sería uno de los frecuentes usuarios de esa tecnología cuando transite en forma solitaria en mi vehículo. Tiempo atrás quise adquirir audiolibros para mis frecuentes viajes solitarios de dos a tres horas, pero no hice mucho esfuerzo por conseguirlos. Aunque los CDs de música ayuaron a paliar el tedio, hubiese gustado mucho también escuchar libros.
[2] Andrei Sakharov, Saturday Review/World, 24 de agosto de 1974, citado en The human rights movement, 1969-1979, http://www.aip.org/history/sakharov/humrt.htm, (5 de octubre de 2007).
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