Segunda parte de esta serie. La primera parte está en El Capitalismo Creativo de Bill Gates (I).
IV
La mentalidad del ingeniero de software en acción
Bill Gates piensa, y compartimos ese punto de vista, que las personas en general tienen interés de ayudar, pero simplemente no visualizan con claridad dónde participar, qué hacer, o se resisten a participar o abandonan sus intentos porque piensan que no tendrían impactos reales. La complejidad de los problemas nubla el panorama.
Con su mente de ingeniero de software, Gates planteó, en su discurso en la Universidad de Harvard [1], algunos pasos generales para atacar los problemas humanitarios:
Sus fases son:
Esto servirá para medir el éxito real del enfoque adoptado, y para compartir la experiencia con otros de manera que todos puedan aprender de ella.
La medición de los beneficios tiene suma importancia por cuanto permiten a las personas palpar el impacto real de sus esfuerzos. Sirve de aliciente, tanto para los involucrados como para que otros se unan a la misma causa o emprendan otras.
V
La aplicación de la idea en la práctica
¿Cómo llevar a cabo en la práctica la idea del capitalismo creativo para que las innovaciones y avances tecnológicos y científicos no solo favorezcan a los estratos superiores económicos sino también a los estratos inferiores, que muchas veces son los que más pudieran necesitarlos, y en quienes los impactos de los beneficios serían mayores?
Algunos ejemplos concretos e ideas mencionados por Gates son [1, 2]:
Suena bastante simple y de sentido común, pero de su aplicación correcta depende la solución pueda llegar a los que la necesitan. Un ejemplo notable: cuando la Organización Mundial de la Salud quiso implementar un programa de vacunación para la meningitis en África, en vez de ir directamente a las farmacéuticas, investigó primeramente el precio final que las personas podían pagar en África. Con esa información en mano (debía ser menos de US$0.50), plantearon un reto a la industria farmacéutica para que tratasen de satisfacer ese requerimiento. El resultado feliz fue que una compañía en la India fue capaz de producir la vacuna a US$0.40, y como consecuencia 250 millones de dosis llegarán en las próximas décadas a los sectores públicos de salud, y al mercado.
VI
El entusiasmo necesario
Bill Gates es entusiasta con la causa. Su entusiasmo viene en parte de su campo de tecnología e ingeniería de software, acostumbrado a innovaciones constantes y soluciones que impactan directa e inmediatamente a millones de usuarios. Y desea que ese mismo entusiasmo esté presente en la filantropía.
Ayudar a salvar vidas, acabar el hambre, proveer oportunidades de desarrollo a los menos afortunados, etc., pueden – y deberían - ser también actividades reconfortantes e excitantes, quizás aún en mayor grado que los exitosos logros tecnológicos. Sin embargo, el entusiasmo muchas veces se diluye cuando no se perciben directamente los resultados. Aún peor, muchas veces nunca se enciende por el nebuloso panorama de la inmensidad de problemas a enfrentarse.
Gates señala la necesidad e importancia de que las personas puedan percibir los impactos reales de sus acciones filantrópicas y sientan conexión con la causa. De esa manera el interés y entusiasmo se mantiene, y puede extenderse a otros. Las estadísticas son un medio para ello, aunque Gates está también consciente de que muchas veces es bastante complejo posibilitar que las personas perciban los efectos reales de su filantropía.
Entre las ideas que han sido usadas en la práctica para este propósito está la de las visitas directas a las comunidades a donde llegan las ayudas para que las personas perciban el impacto de sus acciones. Algunas instituciones internacionales usan el mecanismo de “adopción”: el donante “adopta” un infante o un animal, y recibe actualizaciones de su mejora y progreso, pero solo funciona usualmente con donantes individuales.
El tema permanece abierto, y nuevas y mejores ideas deberían continuar surgiendo.
VII
Los factores en contra
Los avances en las ciencias en las últimas décadas, en la neurociencia y en la psicología evolucionista, han comenzado a desentrañar los misterios de la mente humana, y explicar el origen de algunos de los comportamientos humanos [3, 4, 5, 6, 7, 8, 9].
Algunas de las características de la naturaleza humana identificadas pueden realmente actuar en contra del interés y entusiasmo para las labores filantrópicas:
A pesar de ello, la identificación y el conocimiento de las características humanas deberían servir, más que para desalentar la filantropía, para que la sociedad humana examine con mayor sensatez y juicio crítico sus sentimientos, reacciones y deberes ante los inmensos problemas humanitarios.
Y vemos que a pesar de esas características de la naturaleza humana, la civilización humana sí ha construido principios morales, presentes en la mayoría de las más importantes culturas, que abogan por la ayuda a los necesitados, de la misma manera que desearíamos que otros nos ayuden si nos encontrásemos en situaciones similares. Las diversas variaciones de la ética de la reciprocidad (la famosa “regla de oro”: trate a tus congéneres como te gustaría ser tratado, o no hagas a tus congéneres lo que no deseas que te hagan) están presentes en todas las religiones y culturas importantes de la historia.
Otro frente opositor que puede encontrar el capitalismo creativo viene dentro de la ciencia de la economía. Algunos distinguidos economistas defienden la idea de que la sola responsabilidad social de las empresas es incrementar sus beneficios. Esa es la mejor manera, afirman, en que pueden contribuir a la sociedad: incrementando sus ingresos y expandiendo sus negocios, de manera que puedan generar más y mejores empleos, crear y ofertar mejores productos, a mejores precios, etc.
El fenecido Premio Nobel de Economía (1976) Milton Friedman fue uno de los más fervientes defensores de esta idea [12]. Su famoso artículo del 1970 en la Revista New York Times lleva precisamente el título “The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits” (“La Responsabilidad Social del Negocio es Incrementar sus Beneficios”) [13].
La realidad es que, no obstante esas opiniones en contra, existe una tendencia creciente en las esferas empresariales y corporativas a incorporar el concepto de la Responsabilidad Social Corporativa [14]. En su edición del pasado 17 de enero de 2008, The Economist presentó un reporte especial sobre dicho tema [15, 16].
A parte de las razones puramente altruistas, las empresas con un fuerte perfil de Responsabilidad Social Corporativa mejoran su imagen y prestigio en la sociedad, y tienden a atraer mejores talentos humanos.
Existen también otras voces que proclaman, no sin razón, que muchos de los grandes problemas humanitarios son causados por la corrupción, y los conflictos políticos y étnicos, que han creado grandes miserias, desigualdades y pobrezas. Miles de millones de dólares han sido provistos en ayuda a África, sin que se perciban mejoras sustanciales y sostenibles. Inyectar más ayudas no resolvería los problemas desde sus raíces.
No obstante esa observación válida, la realidad es hoy día millones de personas sufren y mueren sin tener culpas directas de la realidad de su entorno.
Mientras otras organizaciones estén trabajando en un frente diferente para mejorar la realidad política de esas sociedades, tenemos dos opciones: nos sentamos con los brazos cruzados a observar que las cosas tomen su curso, y luego de años, décadas y millones de enfermedades y muertes prevenibles, vidas a niveles indignas, etc., esas comunidades finalmente resuelvan sus problemas; o podemos ser creativos y extenderles ayuda, y paliar esas calamidades.
VIII
El momentum y la exhortación de Bill Gates
El desarrollo de la tecnología de la informática, el Internet, y la biotecnología abre las posibilidades reales de poner fin, en un futuro no demasiado lejano (posiblemente en este mismo siglo XXI), a la pobreza extrema y muertes por enfermedades prevenibles. Ese es el momentum en la visión optimista de Gates.
La solución de esos problemas en extensas zonas del mundo requiere la inyección de grandes recursos. En primera instancia las grandes corporaciones son las que podrán tener mayor impacto con su participación. Pero no tiene que – ni debe – limitarse a esas grandes instituciones. Aún personas individuales tienen posibilidades de participar.
Con un mayor acceso a la tecnología, especialmente la informática y el Internet, se permitirá que mucho mayor cantidad de personas inteligentes y con conocimientos de la realidad en sus regiones puedan participar en la búsqueda de soluciones.
Los privilegiados que ya cuenta con dicho acceso, pudieran tratar de dedicar parte de su tiempo, algunas horas a la semana, para investigar en la Web los problemas y las soluciones planteadas por otras personas e instituciones con intereses similares. Y de esa manera pueden participar y aportar. Así lo exhorta Gates.
La creación de métodos de medición de los esfuerzos de las compañías para proveer bienestar a mayor cantidad de personas, va a posibilitar un mejor reconocimiento público de esos esfuerzos e incentivará su continuidad.
A las compañías Gates les lanza un desafío: traten de dedicar parte del tiempo de sus mejores recursos humanos para tratar de ingeniar sistemas y soluciones que puedan aplicar el capitalismo creativo dentro de las áreas de negocios y conocimientos de sus empresas. De esa manera contribuyan a la solución de los problemas humanitarios.
Bill Gates pudo haber decidido simplemente dedicar la segunda mitad de su vida a disfrutar de su inmensa fortuna de miles de millones de dólares. En vez de ello ha abrazado de lleno las causas filantrópicas. Varios otros notables multimillonarios anteriores también lo hicieron en su tiempo: Andrew Carnegie, John D. Rockefeller, y aún Henry Ford, Alfred Nobel, y James Smithson.
Quizás sea producto de su mentalidad de ingeniero de software (habituada a enfrentar y resolver problemas) combinado con la oportunidad que brinda el estado del progreso alcanzado por el mundo actual, lo cierto es que Gates ha sido aún más audaz y ambicioso que sus predecesores: desea erradicar totalmente la pobreza extrema, y las muertes por enfermedades prevenibles. Y para ello desea también reformar el capitalismo. No ha construido toda una nueva teoría económica sofisticada, pero ha hecho una audaz propuesta, lanzado un desafío al mundo (incluyendo a economistas y capitalistas) para que entre todos contribuyan a hacer posible esa idea.
¿Suena todo esto demasiado idealista, utópico, poco realista, e inaplicable en la realidad? Espero que no, pero sólo lo sabremos con el tiempo. Lo que ya podemos saber con certeza ahora es esto: la actitud de Bill Gates es admirable.
Aquí finaliza esta segunda parte y concluye de esta serie. La primera parte está en El Capitalismo Creativo de Bill Gates (I).
Notas y Fuentes
[1] Bill Gates, Harvard University Commencement Speech 2007, el discurso de iniciación pronunciado el 7 de junio de 2007 en la Universidad de Harvard, http://www.gatesfoundation.org/MediaCenter/Speeches/Co-ChairSpeeches/BillgSpeeches/BGSpeechHarvard-070607.htm, (4 de febrero de 2008).
[2] Bill Gates, A New Approach to Capitalism in the 21st Century, discurso pronunciado el 24 de enero de 2008 en el Foro Económico Mundial 2008, Davos, Suiza, http://www.microsoft.com/Presspass/exec/billg/speeches/2008/01-24WEFDavos.mspx, (4 de febrero de 2008).
[3] Gordy Slack, “I feel your pain”, Salon.com, 5 de noviembre de 2007, http://www.salon.com/news/feature/2007/11/05/mirror_neurons/, (5 de febrero de 2008).
[4] Ker Than, “Scientists Say Everyone Can Read Minds”, Live Science, 27 de abril de 2005, http://www.livescience.com/health/050427_mind_readers.html, (5 de febrero de 2008).
[5] Shankar Vedantam, “If It Feels Good to Be Good, It Might Be Only Natural”, Washington Post, 28 de mayo de 2007, http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/05/27/AR2007052701056_pf.html, (5 de febrero de 2008).
[6] Gordy Slack, “Source of human empathy found in brain”, New Scientist, 2692, 12 de noviembre de 2007, http://www.newscientist.com/channel/being-human/mg19626294.600-source-of-human-empathy-found-in-brain.html, (7 de febrero de 2008).
[7] Edward N. Zalta (editor principal), “Biological Altruism”, Stanford Encyclopedia of Philosophy, 3 de junio de 2003, http://plato.stanford.edu/entries/altruism-biological/, (5 de febrero de 2008).
[8] Giacomo Rizzolatti1y Laila Craighero, “Mirror neuron: a neurological approach to empathy”, publicado originalmente en Changeux et al., Neurobiology of Human Values, Berlin Heidelberg : Springer-Verlag, 2005, http://www.robotcub.org/misc/review2/06_Rizzolatti_Craighero.pdf, (5 de febrero de 2008).
[9] Ronald Bailey, “The Theory of Moral Neuroscience”, Reason Online, 21 de noviembre de 2007, http://www.reason.com/news/show/123608.html, (30 de noviembre de 2007).
[10] Adam Smith, The Theory of Moral Sentiments (La Teoría de los Sentimientos Morales), 1759, MetaLibri Digital Library, http://metalibri.incubadora.fapesp.br/portal/authors/TheTheoryOfMoralSentiments#about-this-book, (4 de febrero de 2008).
[11] University of Oregon, “How Do We Stop Genocide When We Begin To Lose Interest After The First Victim?”, ScienceDaily, 18 de febrero de 2007, http://www.sciencedaily.com/releases/2007/02/070215181444.htm, (9 de febrero de 2007).
[12] Milton Friedman, John Mackey, y T.J. Rodgers, “Rethinking the Social Responsibility of Business”, Reason Online, Octubre de 2005, http://www.reason.com/news/show/32239.html, (5 de noviembre de 2005).
[13] Milton Friedman, “The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits”, The New York Times Magazine, 13 de septiembre de 1970, http://www.colorado.edu/studentgroups/libertarians/issues/friedman-soc-resp-business.html (11 de febrero de 2008).
[14] Stephanie Strom, “Businesses Try to Make Money and Save the World”, The New York Times, 6 de mayo de 2007, http://www.nytimes.com/2007/05/06/business/yourmoney/06fourth.html?pagewanted=1&_r=4&sq=The%20Social%20Responsibility%20of%20Business%20is%20to%20Increase%20Its%20Profits&st=cse&scp=9, (11 de febrero de 2008).
[15] The Economist, “Just good business” del reporte especial “CORPORATE SOCIAL RESPONSIBILITY”, The Economist, 17 de enero de 2008, http://www.economist.com/specialreports/displaystory.cfm?story_id=10491077, (11 de febrero de 2008).
[16] Marcy Lynn, “The Economist Reports on Corporate Social Responsibility”, Innovation + Responsibility (Sun weblog), 23 de enero de 2008, http://blogs.sun.com/csr/date/20080123, (5 de febrero de 2008).
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Monday, February 11, 2008
El Capitalismo Creativo de Bill Gates (II)
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4 comments:
Has realizado un trabajo tan complejo como todos los tuyos. Bill Gates tiene un gran sentido común y éste le ha llevado a intentar poner una parte de la inmensa fortuna que ha amasado, ha trabajar en temas humanitarios.
Todo lo que hagamos por ayudarnos, está y será siempre bien recibido.
En mi opinión, muchos más de entre los poderosos, deberían preguntarse en qué pueden devolver el dinero que han ganado -no siempre tan limpio como el de Bill Gates- a las gentes cuyas riquezas han explotado.
No sé si conoces el libro de Eduardo Galeano, "Las venas abiertas de América Latina", sino es así te lo recomiendo.
Creo que la mejor ayuda sería no impedir que se desarrollen esos pueblos llamados pobres que, muchas veces, tienen riquezas de las que no disfrutan porque se las llevan europeos y americanos del norte.
Los hombres blancos están muy persuadidos de su civilización y se creen superiores a los hombres de los pueblos más primitivos: de esta creencia han proliferado por doquier el odio y la injusticia.
Perdona me he extendido demasiado.
Un saludo muy cordial. Te espero pues acabo de publicar tres poemas.
Gracias Franziska por sus comentarios, como siempre. Y no hay nada que perdonar por la longitud de su comentario.
Afortunadamente creo que desde hace unos años para acá ha habido una mayor consciencia y acción consecuente, a nivel global, para enfrentar los grandes problemas de pobreza, salud, desarrollo, etc., que lamentablemente existen en muchas regiones del mundo. No sólo a nivel de organismos internacionales y gobiernos de países desarrollados, sino también muchas iniciativas de personas privadas. Viéndolo desde una perspectiva optimista, realmente el mundo tiene más posibilidades que nunca antes para acabar con la pobreza extrema y las enfermedades prevenibles.
La solución de todos esos problemas involucra también voluntad y responsabilidades no sólo de los que aportan los recursos y conocimientos, sino también de parte de los pueblos afectados, y de sus gobiernos.
Gracias por la mención del libro de Galeano, que lo conozco de referencia pero aún no lo he leído. Ya lo tengo en mi lista.
Saludos cordiales,
Yuan
De verdad admirable lo del capitalismo creativo, es algo que expondré en una clase. Soy estudiante de Ciencias Políticas en Venezuela y voy a dar a conocer lo mas que pueda en mi espacio esta compleja pero grandiosa idea.
El mundo se puede salvar de la pobreza si todos no los propusiéramos.
Hola Emakos:
Lo dices muy bien, es posible eliminar la pobreza con si todos se proponen y unen esfuerzos.
Espero que tu exposición haya sido salido exitosa (o la sea, si aún no ha pasado). Te deseo muchos éxitos en tu intención de divulgar esta idea en tu espacio.
Saludos, y gracias por dejar el comentario.
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