Segunda parte de esta serie. La primera parte está en El Capitalismo Creativo de Bill Gates (I).
IV
La mentalidad del ingeniero de software en acción
Bill Gates piensa, y compartimos ese punto de vista, que las personas en general tienen interés de ayudar, pero simplemente no visualizan con claridad dónde participar, qué hacer, o se resisten a participar o abandonan sus intentos porque piensan que no tendrían impactos reales. La complejidad de los problemas nubla el panorama.
Con su mente de ingeniero de software, Gates planteó, en su discurso en la Universidad de Harvard [1], algunos pasos generales para atacar los problemas humanitarios:
Sus fases son:
Esto servirá para medir el éxito real del enfoque adoptado, y para compartir la experiencia con otros de manera que todos puedan aprender de ella.
La medición de los beneficios tiene suma importancia por cuanto permiten a las personas palpar el impacto real de sus esfuerzos. Sirve de aliciente, tanto para los involucrados como para que otros se unan a la misma causa o emprendan otras.
V
La aplicación de la idea en la práctica
¿Cómo llevar a cabo en la práctica la idea del capitalismo creativo para que las innovaciones y avances tecnológicos y científicos no solo favorezcan a los estratos superiores económicos sino también a los estratos inferiores, que muchas veces son los que más pudieran necesitarlos, y en quienes los impactos de los beneficios serían mayores?
Algunos ejemplos concretos e ideas mencionados por Gates son [1, 2]:
Suena bastante simple y de sentido común, pero de su aplicación correcta depende la solución pueda llegar a los que la necesitan. Un ejemplo notable: cuando la Organización Mundial de la Salud quiso implementar un programa de vacunación para la meningitis en África, en vez de ir directamente a las farmacéuticas, investigó primeramente el precio final que las personas podían pagar en África. Con esa información en mano (debía ser menos de US$0.50), plantearon un reto a la industria farmacéutica para que tratasen de satisfacer ese requerimiento. El resultado feliz fue que una compañía en la India fue capaz de producir la vacuna a US$0.40, y como consecuencia 250 millones de dosis llegarán en las próximas décadas a los sectores públicos de salud, y al mercado.
VI
El entusiasmo necesario
Bill Gates es entusiasta con la causa. Su entusiasmo viene en parte de su campo de tecnología e ingeniería de software, acostumbrado a innovaciones constantes y soluciones que impactan directa e inmediatamente a millones de usuarios. Y desea que ese mismo entusiasmo esté presente en la filantropía.
Ayudar a salvar vidas, acabar el hambre, proveer oportunidades de desarrollo a los menos afortunados, etc., pueden – y deberían - ser también actividades reconfortantes e excitantes, quizás aún en mayor grado que los exitosos logros tecnológicos. Sin embargo, el entusiasmo muchas veces se diluye cuando no se perciben directamente los resultados. Aún peor, muchas veces nunca se enciende por el nebuloso panorama de la inmensidad de problemas a enfrentarse.
Gates señala la necesidad e importancia de que las personas puedan percibir los impactos reales de sus acciones filantrópicas y sientan conexión con la causa. De esa manera el interés y entusiasmo se mantiene, y puede extenderse a otros. Las estadísticas son un medio para ello, aunque Gates está también consciente de que muchas veces es bastante complejo posibilitar que las personas perciban los efectos reales de su filantropía.
Entre las ideas que han sido usadas en la práctica para este propósito está la de las visitas directas a las comunidades a donde llegan las ayudas para que las personas perciban el impacto de sus acciones. Algunas instituciones internacionales usan el mecanismo de “adopción”: el donante “adopta” un infante o un animal, y recibe actualizaciones de su mejora y progreso, pero solo funciona usualmente con donantes individuales.
El tema permanece abierto, y nuevas y mejores ideas deberían continuar surgiendo.
VII
Los factores en contra
Los avances en las ciencias en las últimas décadas, en la neurociencia y en la psicología evolucionista, han comenzado a desentrañar los misterios de la mente humana, y explicar el origen de algunos de los comportamientos humanos [3, 4, 5, 6, 7, 8, 9].
Algunas de las características de la naturaleza humana identificadas pueden realmente actuar en contra del interés y entusiasmo para las labores filantrópicas:
A pesar de ello, la identificación y el conocimiento de las características humanas deberían servir, más que para desalentar la filantropía, para que la sociedad humana examine con mayor sensatez y juicio crítico sus sentimientos, reacciones y deberes ante los inmensos problemas humanitarios.
Y vemos que a pesar de esas características de la naturaleza humana, la civilización humana sí ha construido principios morales, presentes en la mayoría de las más importantes culturas, que abogan por la ayuda a los necesitados, de la misma manera que desearíamos que otros nos ayuden si nos encontrásemos en situaciones similares. Las diversas variaciones de la ética de la reciprocidad (la famosa “regla de oro”: trate a tus congéneres como te gustaría ser tratado, o no hagas a tus congéneres lo que no deseas que te hagan) están presentes en todas las religiones y culturas importantes de la historia.
Otro frente opositor que puede encontrar el capitalismo creativo viene dentro de la ciencia de la economía. Algunos distinguidos economistas defienden la idea de que la sola responsabilidad social de las empresas es incrementar sus beneficios. Esa es la mejor manera, afirman, en que pueden contribuir a la sociedad: incrementando sus ingresos y expandiendo sus negocios, de manera que puedan generar más y mejores empleos, crear y ofertar mejores productos, a mejores precios, etc.
El fenecido Premio Nobel de Economía (1976) Milton Friedman fue uno de los más fervientes defensores de esta idea [12]. Su famoso artículo del 1970 en la Revista New York Times lleva precisamente el título “The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits” (“La Responsabilidad Social del Negocio es Incrementar sus Beneficios”) [13].
La realidad es que, no obstante esas opiniones en contra, existe una tendencia creciente en las esferas empresariales y corporativas a incorporar el concepto de la Responsabilidad Social Corporativa [14]. En su edición del pasado 17 de enero de 2008, The Economist presentó un reporte especial sobre dicho tema [15, 16].
A parte de las razones puramente altruistas, las empresas con un fuerte perfil de Responsabilidad Social Corporativa mejoran su imagen y prestigio en la sociedad, y tienden a atraer mejores talentos humanos.
Existen también otras voces que proclaman, no sin razón, que muchos de los grandes problemas humanitarios son causados por la corrupción, y los conflictos políticos y étnicos, que han creado grandes miserias, desigualdades y pobrezas. Miles de millones de dólares han sido provistos en ayuda a África, sin que se perciban mejoras sustanciales y sostenibles. Inyectar más ayudas no resolvería los problemas desde sus raíces.
No obstante esa observación válida, la realidad es hoy día millones de personas sufren y mueren sin tener culpas directas de la realidad de su entorno.
Mientras otras organizaciones estén trabajando en un frente diferente para mejorar la realidad política de esas sociedades, tenemos dos opciones: nos sentamos con los brazos cruzados a observar que las cosas tomen su curso, y luego de años, décadas y millones de enfermedades y muertes prevenibles, vidas a niveles indignas, etc., esas comunidades finalmente resuelvan sus problemas; o podemos ser creativos y extenderles ayuda, y paliar esas calamidades.
VIII
El momentum y la exhortación de Bill Gates
El desarrollo de la tecnología de la informática, el Internet, y la biotecnología abre las posibilidades reales de poner fin, en un futuro no demasiado lejano (posiblemente en este mismo siglo XXI), a la pobreza extrema y muertes por enfermedades prevenibles. Ese es el momentum en la visión optimista de Gates.
La solución de esos problemas en extensas zonas del mundo requiere la inyección de grandes recursos. En primera instancia las grandes corporaciones son las que podrán tener mayor impacto con su participación. Pero no tiene que – ni debe – limitarse a esas grandes instituciones. Aún personas individuales tienen posibilidades de participar.
Con un mayor acceso a la tecnología, especialmente la informática y el Internet, se permitirá que mucho mayor cantidad de personas inteligentes y con conocimientos de la realidad en sus regiones puedan participar en la búsqueda de soluciones.
Los privilegiados que ya cuenta con dicho acceso, pudieran tratar de dedicar parte de su tiempo, algunas horas a la semana, para investigar en la Web los problemas y las soluciones planteadas por otras personas e instituciones con intereses similares. Y de esa manera pueden participar y aportar. Así lo exhorta Gates.
La creación de métodos de medición de los esfuerzos de las compañías para proveer bienestar a mayor cantidad de personas, va a posibilitar un mejor reconocimiento público de esos esfuerzos e incentivará su continuidad.
A las compañías Gates les lanza un desafío: traten de dedicar parte del tiempo de sus mejores recursos humanos para tratar de ingeniar sistemas y soluciones que puedan aplicar el capitalismo creativo dentro de las áreas de negocios y conocimientos de sus empresas. De esa manera contribuyan a la solución de los problemas humanitarios.
Bill Gates pudo haber decidido simplemente dedicar la segunda mitad de su vida a disfrutar de su inmensa fortuna de miles de millones de dólares. En vez de ello ha abrazado de lleno las causas filantrópicas. Varios otros notables multimillonarios anteriores también lo hicieron en su tiempo: Andrew Carnegie, John D. Rockefeller, y aún Henry Ford, Alfred Nobel, y James Smithson.
Quizás sea producto de su mentalidad de ingeniero de software (habituada a enfrentar y resolver problemas) combinado con la oportunidad que brinda el estado del progreso alcanzado por el mundo actual, lo cierto es que Gates ha sido aún más audaz y ambicioso que sus predecesores: desea erradicar totalmente la pobreza extrema, y las muertes por enfermedades prevenibles. Y para ello desea también reformar el capitalismo. No ha construido toda una nueva teoría económica sofisticada, pero ha hecho una audaz propuesta, lanzado un desafío al mundo (incluyendo a economistas y capitalistas) para que entre todos contribuyan a hacer posible esa idea.
¿Suena todo esto demasiado idealista, utópico, poco realista, e inaplicable en la realidad? Espero que no, pero sólo lo sabremos con el tiempo. Lo que ya podemos saber con certeza ahora es esto: la actitud de Bill Gates es admirable.
Aquí finaliza esta segunda parte y concluye de esta serie. La primera parte está en El Capitalismo Creativo de Bill Gates (I).
Notas y Fuentes
[1] Bill Gates, Harvard University Commencement Speech 2007, el discurso de iniciación pronunciado el 7 de junio de 2007 en la Universidad de Harvard, http://www.gatesfoundation.org/MediaCenter/Speeches/Co-ChairSpeeches/BillgSpeeches/BGSpeechHarvard-070607.htm, (4 de febrero de 2008).
[2] Bill Gates, A New Approach to Capitalism in the 21st Century, discurso pronunciado el 24 de enero de 2008 en el Foro Económico Mundial 2008, Davos, Suiza, http://www.microsoft.com/Presspass/exec/billg/speeches/2008/01-24WEFDavos.mspx, (4 de febrero de 2008).
[3] Gordy Slack, “I feel your pain”, Salon.com, 5 de noviembre de 2007, http://www.salon.com/news/feature/2007/11/05/mirror_neurons/, (5 de febrero de 2008).
[4] Ker Than, “Scientists Say Everyone Can Read Minds”, Live Science, 27 de abril de 2005, http://www.livescience.com/health/050427_mind_readers.html, (5 de febrero de 2008).
[5] Shankar Vedantam, “If It Feels Good to Be Good, It Might Be Only Natural”, Washington Post, 28 de mayo de 2007, http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/05/27/AR2007052701056_pf.html, (5 de febrero de 2008).
[6] Gordy Slack, “Source of human empathy found in brain”, New Scientist, 2692, 12 de noviembre de 2007, http://www.newscientist.com/channel/being-human/mg19626294.600-source-of-human-empathy-found-in-brain.html, (7 de febrero de 2008).
[7] Edward N. Zalta (editor principal), “Biological Altruism”, Stanford Encyclopedia of Philosophy, 3 de junio de 2003, http://plato.stanford.edu/entries/altruism-biological/, (5 de febrero de 2008).
[8] Giacomo Rizzolatti1y Laila Craighero, “Mirror neuron: a neurological approach to empathy”, publicado originalmente en Changeux et al., Neurobiology of Human Values, Berlin Heidelberg : Springer-Verlag, 2005, http://www.robotcub.org/misc/review2/06_Rizzolatti_Craighero.pdf, (5 de febrero de 2008).
[9] Ronald Bailey, “The Theory of Moral Neuroscience”, Reason Online, 21 de noviembre de 2007, http://www.reason.com/news/show/123608.html, (30 de noviembre de 2007).
[10] Adam Smith, The Theory of Moral Sentiments (La Teoría de los Sentimientos Morales), 1759, MetaLibri Digital Library, http://metalibri.incubadora.fapesp.br/portal/authors/TheTheoryOfMoralSentiments#about-this-book, (4 de febrero de 2008).
[11] University of Oregon, “How Do We Stop Genocide When We Begin To Lose Interest After The First Victim?”, ScienceDaily, 18 de febrero de 2007, http://www.sciencedaily.com/releases/2007/02/070215181444.htm, (9 de febrero de 2007).
[12] Milton Friedman, John Mackey, y T.J. Rodgers, “Rethinking the Social Responsibility of Business”, Reason Online, Octubre de 2005, http://www.reason.com/news/show/32239.html, (5 de noviembre de 2005).
[13] Milton Friedman, “The Social Responsibility of Business is to Increase its Profits”, The New York Times Magazine, 13 de septiembre de 1970, http://www.colorado.edu/studentgroups/libertarians/issues/friedman-soc-resp-business.html (11 de febrero de 2008).
[14] Stephanie Strom, “Businesses Try to Make Money and Save the World”, The New York Times, 6 de mayo de 2007, http://www.nytimes.com/2007/05/06/business/yourmoney/06fourth.html?pagewanted=1&_r=4&sq=The%20Social%20Responsibility%20of%20Business%20is%20to%20Increase%20Its%20Profits&st=cse&scp=9, (11 de febrero de 2008).
[15] The Economist, “Just good business” del reporte especial “CORPORATE SOCIAL RESPONSIBILITY”, The Economist, 17 de enero de 2008, http://www.economist.com/specialreports/displaystory.cfm?story_id=10491077, (11 de febrero de 2008).
[16] Marcy Lynn, “The Economist Reports on Corporate Social Responsibility”, Innovation + Responsibility (Sun weblog), 23 de enero de 2008, http://blogs.sun.com/csr/date/20080123, (5 de febrero de 2008).
Imagen
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Monday, February 11, 2008
El Capitalismo Creativo de Bill Gates (II)
Thursday, February 7, 2008
El Capitalismo Creativo de Bill Gates (I)
La segunda parte de esta serie está en El Capitalismo Creativo de Bill Gates (II).
I
Preámbulo
Bill Gates, el presidente y co-fundador del gigante de software Microsoft, está aparentemente en estos días más ocupado con sus labores e inquietudes filantrópicas que sus labores dentro de Microsoft.
En su rol más reciente de ilustre filántropo, Gates junto a su esposa Melinda han aportado a través de su Fundación Bill & Melinda Gates (fundada en 2000) valiosos recursos para combatir las enfermedades, el hambre y la extrema pobreza en los países en desarrollo, y para proveer mejores oportunidades para los más necesitados en los EUA para desarrollarse en su educación y vida.
A partir de sus iniciativas desde el año 2000, diversas personalidades, encumbrados capitalistas multimillonarios, entre los más acaudalados del mundo, han comenzado a abrazar más decididamente las causas filantrópicas. El segundo hombre más rico del planeta (realmente pasó a tercero luego de que el mexicano Carlos Slim tomara la primera posición en 2007, por encima de Gates), el inversionista Warren Buffett, es uno de los que se sumaron a la filantropía al anunciar en 2006 que donará su fortuna a causas caritativas. La mayor parte de ella, aproximadamente 30.7 mil millones de dólares (el 83% de su fortuna) irá en donaciones escalonadas a la fundación de los Gates, duplicando los fondos de esa institución.
El 16 de junio de 2006 Bill Gates anunció públicamente que iniciaba un proceso de transición para dejar sus labores diarias en Microsoft y dedicar la mayor parte de su tiempo y esfuerzo a sus labores filantrópicas.
Todo esto sin dudas ha sido una notable y admirable transformación.
II
El panorama
A partir de sus involucramientos directos con los diversos proyectos humanitarios y viajes alrededor del mundo Bill Gates confiesa haberse percatado de la abismal disparidad existente en cuanto a riqueza, salubridad, y oportunidades de desarrollo.
El enorme progreso experimentado por la humanidad a partir del siglo XX ha mejorado considerablemente el nivel y la esperanza de vida general del mundo. Sin embargo, los beneficios de los avances tecnológicos, de la medicina, crecimiento económico y generación de riquezas solo han llegado a una porción de la población mundial. La diferencia entre los más beneficiados y los menos es abismal.
Millones de personas viven en situaciones de desesperación, y millones mueren por causas prevenibles.
Las fuerzas del mercado libre del capitalismo tradicional simplemente no proveen incentivos para la solución de muchos de los más acuciantes problemas que afectan a los aproximadamente mil millones de personas alrededor del mundo que no tienen suficiente comida, ni acceso a agua potable y electricidad. La malaria sigue matando más de un millón de personas al año en el mundo, pero ridículamente se le pone menos atención que tratamientos para la calvicie [1].
III
La propuesta de Bill Gates
En los últimos meses Bill Gates ha expresado la necesidad y su deseo de que se realice una reingeniería al capitalismo [2, 3] para que los más necesitados lleguen también a disfrutar del progreso y el crecimiento económico. Al “sistema mejorado” le llama capitalismo creativo, nombre que lo usó por primera vez en público el 7 de junio de 2007 cuando recibió un grado honorario de la Universidad de Harvard (prestigiosa institución a la asistió, pero salió antes de graduarse para lanzar su carrera en software), y pronunció el “discurso de iniciación” (commencement address) en la ceremonia de graduación [4].
Durante el pasado Foro Económico Mundial 2008, celebrado del 23 a 27 de enero en Davos, Suiza, Gates volvió a la carga con el tema, cuando se dirigió al foro el 24 de enero de 2008 [1].
El sistema capitalista de la libre empresa se basa en la idea de que las acciones de cada persona persiguiendo su interés y beneficio propio (de naturaleza egoísta), y la competencia entre los actores contribuyen a crear el bienestar general de la sociedad: “la mano invisible” del mercado determina los productos necesarios, genera mejores productos, a mejores precios, etc.
El altruismo y la preocupación desinteresada por el prójimo no forman parte de los mecanismos del sistema. La ayuda a las clases menos afortunadas, que no pueden valerse totalmente por sí solas de su participación en el mercado del capitalismo, ha sido canalizada tradicionalmente a través del gobierno, la filantropía, las organizaciones sin fines de lucros (ONG), etc.
La filantropía corporativa ha existido desde hace mucho tiempo y en los últimos tiempos ha pasado a ser una parte de la Responsabilidad Social Corporativa.
Lo nuevo de la propuesta de Gates es que propone mejorar el sistema capitalista de manera que los aportes de las empresas a las causas humanitarias, sus ayudas a las clases menos afortunadas, redunden también en beneficios para los donantes, sean ganancias financieras o en forma de reconocimiento (cuando los beneficios monetarios no son factibles).
Su idea es que si las corporaciones pudieran percibir beneficios por sus aportes humanitarios dichos aportes pueden sistematizarse, institucionalizarse, y continuar indefinidamente, y así será posible atacar y acabar en un futuro previsible los ingentes problemas mundiales de pobreza, hambre, salud, falta de educación, etc.
Para avalar su idea, Gates ha recurrido al mismo padre intelectual del capitalismo y la libre empresa, el filósofo y economista escocés Adam Smith. En su obra cumbre Una Investigación sobre la Naturaleza y las Causas de la Riqueza de las Naciones (La Riqueza de las Naciones) [5] establece la teoría del libre mercado y capitalismo. El interés personal egoísta de cada individuo (que es el común de los casos) no es necesariamente malo en todos los casos, y las interacciones de los individuos y sus competiciones en el mercado generan beneficios a la sociedad general. El altruismo y la filantropía están ausentes en esa discusión.
Sin embargo, en su primera obra La Teoría de los Sentimientos Morales [6], publicada en 1759, unos 17 años antes que su obra cimera, inicia con este famoso párrafo:
“Por más absoluto egoísta que el hombre pueda suponerse ser, existen evidentemente algunos principios en su naturaleza que lo hacen interesarse en la fortuna de otros, y hacen que la felicidad de ellos sea necesaria para él, aún cuando no obtenga nada de ello excepto el placer de observarlo. A esta clase pertenece la compasión, la emoción que sentimos por la miseria de otros, cuando la vemos, o nos hacen concebirla de una manera muy vívida. El que percibamos dolor a partir del dolor de otros es un hecho demasiado obvio para requerir que se pruebe en cualquier caso; como el resto de pasiones originales de la naturaleza humana, no se confina de ninguna manera a los virtuosos y humanos, aunque ellos quizás puedan percibirlo con la más exquisita sensibilidad. El más grande rufián, el más endurecido violador de las leyes de la sociedad, no está del todo carente de ello.” (Traducción al español de YEL.)
Vemos que a pesar de las premisas asumidas en su obra cumbre, Adam Smith sí intuyó y creyó que la compasión forma parte de la naturaleza humana. Bill Gates citó parte de ese famoso párrafo en su discurso en Davos [1].
Podemos agregar que esta profunda observación del genio de Adam Smith, escrita hace casi 250 años, ha sido de hecho corroborada por investigaciones en años recientes en la neurociencia: sentimientos como la empatía y el altruismo son inherentes a la naturaleza fisiológica humana (y de otros animales). El mecanismo de las neuronas espejos (mirror neurons) permiten percibir y sentir las penurias y sentimientos de otros. La nota aclaratoria necesaria es que, siendo un mecanismo neurológico, sí existen personas con defectos neurológicos que pudieran carecer de la capacidad para tener esos sentimientos. Ese es el caso de, por ejemplo, algunos autistas (los curiosos que desean conocer más sobre este interesante tema pueden consultar las fuentes [7, 8, 9, 10, 11, 12, 13]).
Continuará…
La segunda parte de esta serie está en El Capitalismo Creativo de Bill Gates (II).
Notas y Fuentes
[1] Bill Gates, A New Approach to Capitalism in the 21st Century, discurso pronunciado el 24 de enero de 2008 en el Foro Económico Mundial 2008, Davos, Suiza, http://www.microsoft.com/Presspass/exec/billg/speeches/2008/01-24WEFDavos.mspx, (4 de febrero de 2008).
[2] Lev Grossman, “Bill Gates Goes Back to School”, Time, 7 de junio de 2007, http://www.time.com/time/health/article/0,8599,1630188-2,00.html, (4 de febrero de 2008).
[3] Robert A. Guth, “Bill Gates Issues Call For Kinder Capitalism”, The Wall Street Journal, 24 de enero de 2008 : A1, http://online.wsj.com/article/SB120113473219511791.html, (5 de enero de 2008).
[4] Bill Gates, Harvard University Commencement Speech 2007, el discurso de iniciación pronunciado el 7 de junio de 2007 en la Universidad de Harvard, http://www.gatesfoundation.org/MediaCenter/Speeches/Co-ChairSpeeches/BillgSpeeches/BGSpeechHarvard-070607.htm, (4 de febrero de 2008).
[5] Adam Smith, An Inquiry into the Nature and Causes of the Wealth of Nations (Una Investigación sobre la Naturaleza y las Causas de la Riqueza de las Naciones), 1776, MetaLibri Digital Library, http://metalibri.incubadora.fapesp.br/portal/authors/AnInquiryIntoTheNatureAndCausesOfTheWealthOfNations, (4 de febrero de 2008).
[6] Adam Smith, The Theory of Moral Sentiments (La Teoría de los Sentimientos Morales), 1759, MetaLibri Digital Library, http://metalibri.incubadora.fapesp.br/portal/authors/TheTheoryOfMoralSentiments#about-this-book, (4 de febrero de 2008).
[7] Gordy Slack, “I feel your pain”, Salon.com, 5 de noviembre de 2007, http://www.salon.com/news/feature/2007/11/05/mirror_neurons/, (5 de febrero de 2008).
[8] Ker Than, “Scientists Say Everyone Can Read Minds”, Live Science, 27 de abril de 2005, http://www.livescience.com/health/050427_mind_readers.html, (5 de febrero de 2008).
[9] Shankar Vedantam, “If It Feels Good to Be Good, It Might Be Only Natural”, Washington Post, 28 de mayo de 2007, http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2007/05/27/AR2007052701056_pf.html, (5 de febrero de 2008).
[10] Gordy Slack, “Source of human empathy found in brain”, New Scientist, 2692, 12 de noviembre de 2007, http://www.newscientist.com/channel/being-human/mg19626294.600-source-of-human-empathy-found-in-brain.html, (7 de febrero de 2008).
[11] Edward N. Zalta (editor principal), “Biological Altruism”, Stanford Encyclopedia of Philosophy, 3 de junio de 2003, http://plato.stanford.edu/entries/altruism-biological/, (5 de febrero de 2008).
[12] Giacomo Rizzolatti1y Laila Craighero, “Mirror neuron: a neurological approach to empathy”, publicado originalmente en Changeux et al., Neurobiology of Human Values, Berlin Heidelberg : Springer-Verlag, 2005, http://www.robotcub.org/misc/review2/06_Rizzolatti_Craighero.pdf, (5 de febrero de 2008).
[13] Ronald Bailey, “The Theory of Moral Neuroscience”, Reason Online, 21 de noviembre de 2007, http://www.reason.com/news/show/123608.html, (30 de noviembre de 2007).
Foto
Bill Gates at Consumer Electronics Show January 4, 2006
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