Wednesday, November 28, 2007

Fín de los textos impresos... llegan los digitales (I)

Motivación

La sustitución de los textos y otros contenidos impresos por sus versiones digitales, sobre todo en lo que respecta a los repositorios de conocimientos y creatividad de los humanos, libros, periódicos, revistas, publicaciones científicas y profesionales, manuales, guías, mapas, etc., es una consecuencia natural de la revolución de la informática y de la Web. Su resultado final futuro será la desaparición de la cultura de la impresión.

Es válido cuestionar los comportamientos, costumbres, preferencias, conocimientos y creencias humanas, aún los más aceptados y arraigados. De lo contrario no sería posible el progreso. Así, ante una tendencia aparentemente natural como lo es la digitalización de los textos, es oportuno detenernos a examinar sus reales ventajas y desventajas.

La motivación principal para digitalizar los repositorios de conocimientos humanos puede, en mi opinión, ser sintetizada de la siguiente manera:

El principal contenido de los libros, periódicos, revistas, publicaciones científicas y profesionales, y demás documentos impresos para fines de transmitir conocimientos, es la información. En el estado actual de la tecnología y la ciencia, el medio digital es donde la información mejor se puede almacenar, acceder, manipular y transmitir.

Ventajas

Dicho lo anterior, y para no teorizar en forma abstracta, listo a continuación los principales beneficios concretos de los textos digitales:

  1. Ocupan mucho menor espacio físico de almacenamiento.


  2. No se deterioran como los impresos en papeles.


  3. Favorecen el medio ambiente por los ahorros de papel (árboles) y la energía necesaria para su impresión, encuadernación y distribución.


  4. Permiten el uso directo de los textos digitales en software de presentación y proyectores en las aulas y salas de conferencias. Ahorra así la necesidad de fotocopias y uso de escáner.


  5. Facilitan y aceleran exponencialmente la transmisión de los textos digitales vía Internet y otros medios electrónicos. Esto es muy importancia para transmisión de información urgente a puntos lejanos: Transmisión de información de ayuda a barcos naufragados o a naves espaciales.


  6. Eliminan el problema de las ediciones fuera de imprenta y de las tiradas limitadas para las revistas y periódicos.


  7. Mejor manejabilidad y portabilidad para los lectores: Menor tamaño físico y peso, facilidad de búsqueda dentro del texto, mejores posibilidades de anotaciones, etc.


  8. Posibilitan el ajuste de los tipos, colores y tamaños de letras; y los fondos de las páginas para adaptarse al gusto individual de cada lector.


  9. Permiten tener simultáneamente más de dos páginas abiertas, aún no consecutivas.


  10. Posibilitan la incorporación de multimedia – animación, sonido y música - abriendo camino a un nuevo tipo de expresión artística.


  11. Incorporan enlaces a la Web.


  12. Permiten la corrección de las erratas en los libros mediante acceso vía Web al portal de la casa editora.


  13. Facilitan la traducción automática a otros idiomas, directamente por los usuarios, mediante los softwares de traducción que seguramente seguirán mejorando en cuanto a calidad. Se eliminan así las barreras idiomáticas.


  14. Permiten el uso de la tecnología que traduce textos a voces, y así facilitan enormemente el acceso a los textos para los no videntes. Con esa misma tecnología es predecible que en el futuro muchas personas sin impedimentos de la visión en vez de leer libros, periódicos o revistas, preferirán en ocasiones escucharlos. Esto será posible sin la disponibilidad de la versión auditiva de esos textos que, por lo de más, difícilmente se producirán en forma completa para los periódicos y revistas [1].


  15. Facilitan su integración a bibliotecas digitales, proveyendo mayor facilidad de acceso a más usuarios.


  16. Son las bases de la futura integración de todos los repositorios del conocimiento y creación humana en una gran enciclopedia digital universal o sistema de información universal, como lo denominó Andrei Sakharov en 1974 [2].

Desventajas

Ante esa cantidad de ventajas, ¿realmente existen las desventajas con respecto a los textos impresos? Desafortunadamente sí existen:
  1. Requieren la disponibilidad de un dispositivo electrónico que “traduzca o descodifique” los textos almacenados en forma digital y los presente en forma de letras inteligibles.


  2. Necesitan de la disponibilidad de la fuente de energía con la que pueda funcionar el dispositivo de lectura. Aún en presencia del dispositivo electrónico, si se agota o interrumpe la fuente de energía se imposibilita la lectura.


  3. Se incurre en gastos de energía durante el uso de los dispositivos de lectura.


  4. Generan desechos digitales (PCs, laptops y demás equipos viejos desechados). No obstante, es predecible que en el futuro la mayoría de los usuarios usarán sus teléfonos celulares, organizadores electrónicos, PCs, laptops, etc., para leer los textos digitales, así no deberían generarse desechos digitales adicionales más que los que generarían de por sí esos dispositivos, cuyos usos se extienden más allá de la lectura de textos digitales.


  5. En el estado actual (noviembre del 2007) todavía la tecnología de las pantallas no permite necesariamente una lectura totalmente placentera. Manejar muchos documentos simultáneamente puede ser limitado en la práctica por el tamaño las pantallas. Sin embargo, sí es de esperar que dicha tecnología siga mejorando, y esta desventaja desaparezca en el futuro.


  6. Los complicados y diferentes esquemas de la gestión de derechos digitales (digital rights management - DRM), usados para la protección del derecho de autor y propiedad intelectual pueden causar que en ocasiones la lectura del texto digital se torne imposible. Ejemplo: cuando se utiliza servidores en la Web para la verificación de la identidad del lector, y dicho servidor esté temporalmente fuera de servicio o la conexión a la Web no esté disponible en ese momento.


  7. La información almacenada digitalmente puede ser corrompida por ataques de virus informático y daños de dispositivos de almacenamientos (discos duros, CDs, DVDs, etc.). No obstante, la tecnología de la informática sí provee medios de respaldos (backups) para guardar y restaurar informaciones al alcance de los usuarios.


  8. Se pierde en gran medida la “relación personal” entre los libros y sus dueños. Para muchos un libro es una posesión muy personal con el cual establece una especie de “relación afectiva”. Con un medio digital invisible como los libros digitales es muy difícil que se pueda establecer esa afectividad. Es algo que lamentablemente va a suceder con muchos avances tecnológicos.

La última es una desventaja irremediable. Sólo podremos adaptarnos y conformarnos con aceptar a cambio las ventajas. Las más importantes son la tercera y la cuarta. Esperemos que a través del ingenio humano la energía renovable limpia sea una realidad en el futuro cercano. Lo mismo ha de esperarse en cuanto a los desechos: El remedio estaría en la búsqueda de medios para facilitar y abaratar el reciclaje de esos desechos, y utilizar materiales biodegradables y no contaminantes en la fabricación. De las otras, sí es predecible que serán minimizadas con los futuros avances tecnológicos.

Consideraciones finales

¿Cuánto tiempo les pudieran quedar a los textos impresos?

En cuanto a periódicos, revistas, publicaciones científicas y profesionales, manuales, guías, mapas, etc., la digitalización de sus contenidos es un proceso ya bastante avanzado y es posible que sus versiones impresas desaparezcan totalmente en unas pocas décadas. Dependerá en parte de que las infraestructuras de telecomunicación y el Internet lleguen a todos los rincones del mundo, a un costo razonable, y su uso sea ubicuo.

En lo que respecta a libros, con la excepción de las enciclopedias, su inicio ha sido más lento, y muy posiblemente tomará mucho más tiempo. Luego de la invención de la imprenta de Gutenberg a mediados del siglo XV, la creación de los libros manuscritos continuó por cerca de un siglo más, debido principalmente al costo de la impresión en aquella época. El desafío actual puede ser que mientras existan todavía áreas de extrema o alta pobreza en el mundo muy posiblemente se seguirán usando libros, guías y mapas impresos en esas zonas. Y en este siglo XXI la humanidad se enfrenta a varios desafíos importantes que pudieran tomar precedencia sobre la eliminación total de la pobreza en el mundo: El cambio climático (y todas sus consecuencias), el terrorismo, y las posibles crisis energéticas. Una posibilidad es que aunque se descontinúen en el futuro las ediciones impresas, para el uso de las zonas pobres que no tengan acceso a las telecomunicaciones se impriman en papel los textos digitales.

Eventualmente, tarde o temprano, en el futuro sí es de esperarse que los libros impresos en papel se conviertan en reliquias valiosas de la historia, testigos de la generación del conocimiento y la creatividad humanos, y responsables de su transmisión y preservación. Algunos los echarán de menos, sobre todo por su valor sentimental y su existencia como objetos físicos palpables, algunos con visos de obras de arte. Es un precio que tendremos que pagar para ganar a cambio las conveniencias de los textos digitales, de la misma manera que la expresividad y belleza de libros manuscritos dejaron su lugar a los libros impresos a partir del siglo XV.

Continuaremos próximamente con otra entrada tocando otros aspectos de este tema.

Notas
[1] Personalmente yo sería uno de los frecuentes usuarios de esa tecnología cuando transite en forma solitaria en mi vehículo. Tiempo atrás quise adquirir audiolibros para mis frecuentes viajes solitarios de dos a tres horas, pero no hice mucho esfuerzo por conseguirlos. Aunque los CDs de música ayuaron a paliar el tedio, hubiese gustado mucho también escuchar libros.

[2] Andrei Sakharov, Saturday Review/World, 24 de agosto de 1974, citado en The human rights movement, 1969-1979, http://www.aip.org/history/sakharov/humrt.htm, (5 de octubre de 2007).

Foto
Old Book
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Tuesday, November 20, 2007

¿Hasta dónde llega su empatía?

Nacemos y rápidamente aprendemos a amar a nuestra madre, padre y luego los hermanos y hermanas que llegan. También, los abuelitos y abuelitas, tíos y tías, y demás familiares que son cercanos. Luego llega la etapa de experimentar la amistad, y con ello la empatía y el amor por amigos. Descubrimos más adelante que existen la comunidad y la patria, y nos enseñan a expandir nuestro horizonte de identificación y amor hacia ellas. Muchísimos llegan asimilar eso, pero también abundan los que lo olvidan o nunca lo interiorizan. Con el tiempo llegamos a sentir afinidad por los que comparten raíces comunes con nosotros: Raíces raciales, históricas, culturales, religiosas, hasta geográficas. Muchos extenderán también el horizonte de su aprecio y empatía hacia esas áreas. Allí no termina sino que puede – y debería – continuar. La esfera más amplia, en lo relativo a Homo sapiens, es la humanidad en conjunto. Muchísmos miembros de la especie Homo sapiens desafortunadamente nunca llegan a desarrollar el sentido de pertenencia a la humanidad y, menos aún, empatía, aprecio y amor por ella [1].

En esa carencia del desarrollo de empatía, aprecio y amor por toda la humanidad estriba una de las causas principales de los conflictos humanos en el mundo. La mayoría de nosotros sentiríamos cierta dosis de vergüenza y hasta culpabilidad por algún acto atroz cometido por un familiar. De igual manera, sentiríamos rabia y ofertaríamos nuestra solidaridad cuando alguna injusticia o atrocidad se comete en contra un familiar. Muchos llegan a sentir lo mismo a nivel de su patria. El momento en que todos los humanos sintieran rabia y vergüenza por las atocidades que ocurren en cualquier lugar de la humanidad – su humanidad; y por la incapacidad de los humanos para ponerse de acuerdo para evitar conflictos, para eliminar pobrezas y hambres, etc., habrá comenzado realmente la etapa de la madurez de la humanidad.

Ésa es mi humilde opinión personal [2]. Nos falta mucho. Ciertamente no ocurrirá en mi vida, ni en las próximas generaciones, pero llegaremos. Soy – deseo serlo – optimista con los humanos.

Copio abajo una porción de un mensaje electrónico que escribí y envié a un dilecto amigo, y copiado a otros, el 10 de abril de 2004. Está relacionada con este tema.

“Comparto plenamente tu inquietud sobre la responsabilidad de ser padres, a pesar de que aún no he procreado hijos. Un símil perturbador que se puede plantear es el siguiente: cuando uno tiene a un cachorro doberman, tiene la posibilidad de criarlo para convertirlo en perro salvavidas o un perro asesino. En cierta medida pasa igual con los hijos. La vida de las personas está determinada por decisiones que se toman y por las acciones que se derivan de ellas, sean ellas tomadas por sí mismas, por otras a su alrededor (sus padres, familiares, tutores, etc.), y por otras más no tan a su alrededor pero que gravitan sobre la sociedad donde ellas viven (los políticos, economistas, etc.) Yo no me siento con ninguna autoridad para emitir sermones o dar consejo alguno en cuanto a la forma de criar los hijos, pero sí deseo compartir lo que desde hace un tiempo me da vuelta en la mente, sobre todo en estos últimos tiempos convulsos.

Pienso que todos los padres harían un gran favor a sus hijos y a la humanidad si se tomaran la tarea y el tiempo de darles a conocer a sus hijitos lo mejor que ha producido la humanidad, el gran legado cultural que ha producido la especie humana, algo que permanecerá con las generaciones futuras, mucho después de que las luchas, las dificultades, los protagonistas y antagonistas actuales hayan desaparecido de la Tierra. ¿De qué manera? Sencillamente tómense un tiempito diario para leerles y inculcarles el amor por la gran literatura (que puede ser a la hora de acostarse), para hablarles de los hombres que han cambiado la historia humana, para compartir con ellos lo mejor de la música, etc. No hablo que imponerles ciertos patrones o gustos, sino de simplemente darles desde pequeñito la oportunidad de conocer las diferentes y maravillosas gamas del legado cultural humano, porque pienso que si, desafortunadamente, ese contacto no se produce desde pequeñito, existirán pocas posibilidades de que luego lleguen a amar y disfrutar realmente de ese legado. Ahora, ¿qué beneficios existe en conocer y apreciar lo mejor de lo que ha producido la humanidad? Pienso (y esto es solo una apreciación personal mía sobre la cual por el momento no puedo aportar datos estadísticos, ni estudios académicos realizados) que el estar en contacto y apreciar algo perdurable, algo que va más allá del tiempo actual, algo que si algún día nos visitaran seres inteligentes de otros planetas les mostraríamos con orgullo, otorga a la persona cierta fortaleza espiritual, ciertos pilares de apoyo y bases de soporte, que son necesarios, sobre todo en estos tiempos de incertidumbre. También, aprenderían a apreciar más a la humanidad, por ende posiblemente también a las personas individualmente.



P.D.: Un tema que daría para mucho más líneas y pensamientos es lo que en los últimos días me ronda en la mente: Tengo la impresión de que la gran mayoría de las personas por unas que otras razones no llegan a desarrollar todo su potencial, lo que va en detrimento de sí misma, de la sociedad en conjunto y de la humanidad. Así, para poner un caso extremo, sólo la imaginación puede contestarnos hasta dónde podría llegar el pobre niñito que está mendigando en un semáforo de tener la educación y alimentación necesarias, y unos padres responsables. Pero, sin llegar a ese extremo, simplemente observen atentamente a su alrededor, a sus personas conocidas, y seguramente encontrarán muchos ejemplos de esto. Parte de la responsabilidad de los padres y de la sociedad en conjunto debería ser contribuir a desarrollar el cien por ciento del potencial de sus hijos.”

Notas
[1] Para este autor su patria grande es la humanidad.

[2] Esta reflexión fue limitada a la interacción entre los humanos. Han sido dejadas fuera de ella otras esferas hacia donde puede y debe ser extendidos la empatía y el amor humano: los animales, las plantas, la naturaleza y la Tierra, y – para todos los que son creyentes – Dios.

Gráfica
We love clean atmosphere
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Friday, November 16, 2007

Lo que dijo Gabo en 1982

“...había visto cerdos con el ombligo en el lomo, y unos pájaros sin patas cuyas hembras empollaban en las espaldas del macho, y otros como alcatraces sin lengua cuyos picos parecían una cuchara. Contó que había visto un engendro animal con cabeza y orejas de mula, cuerpo de camello, patas de ciervo y relincho de caballo...”

El texto anterior no es producto de la imaginación de Julio Verne. Ni de J. J. R. Tolkien o Stanisław Lem. Tampoco viene de la saga de Harry Potter o de la serie de La Guerra de la Galaxias.

Es parte de la documentación real que hizo el florentino Antonio Pigafetta a su paso por América del Sur cuando fue compañero de Fernando de Magallanes en el primer viaje alrededor del mundo. El relato completo fue publicado en italiano en 1536, en Venecia, con el título Relazione del primo viaggio intorno al mondo. Su texto completo en italiano puede encontrarse (click =>) aquí.

Gabriel García Márquez lo cita al inicio de su magistral y conmovedora disertación en ocasión de recibir su Premio Nobel de Literatura el 8 de diciembre de 1982. El texto de la disertación titulada La Soledad de América Latina está (click =>) en este enlace y la grabación del audio (click =>) aquí. Conocerla permite entender mejor el origen de su realismo mágico.

La mayoría conoce la posición políticamente militante de Gabo. Ya han pasado 25 años desde entonces y mucho ha cambiado. El período histórico y el mundo geopolítico actual son muy diferentes. No obstante, nunca está de más conocer y revisitar la historia, y Gabo la repasa con brillantez y crudeza en su disertación.

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Gabriel García Márquez
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Wednesday, November 14, 2007

Sobre genios y talentos...

Desde hace mucho tiempo me ha parecido fútil la fascinación por el genio o talento “natural”…[1] El portentoso “don divino” o “regalo de la naturaleza” con el que los genios han sido bendecidos provoca, claro, admiración y maravilla. Nada discutible. Pero yo admiro también, si no es que más, al ser humano que lucha, se esfuerza, y dedica de lleno su energía y corazón a mejorarse, y a llegar por esos medios a producir resultados similares o superiores a los dichosos ejemplos de “accidentes afortunados de la naturaleza” que nacieron con sus super talentos o genios.

En el caso que nos ocupa del gran Capablanca y el ajedrez [2], el ejemplo su sucesor Alekhine presenta claramente un contraste. Por su extraordinaria voluntad, esfuerzo, pasión y amor por su arte, Alekhine sobrepasó los límites a los que llegó Capablanca, sin poseer, quizás, todo el talento/genio natural de Capablanca. El gran maestro checo Salo Flor cuenta que el amor y dedicación de Alekhine por el ajedrez era tal, que lo encontró frecuentemente en las estaciones de trenes, allá en los años 1930, con un pequeño ajedrez magnético analizando posiciones, mientras esperaba por la llegada del tren.

No es ningún secreto que otros de los más grandes de toda la historia profesaron semejante devoción y dedicación a su arte: El gran Akiba Rubinstein, Mikhail Botvinnik, Bobby Fischer, y hasta Garry Kasparov.

Pecándome de atrevido por opinar en un área del que no soy un experto, creo que en la música podemos encontrar una comparación parecida entre Mozart y Beethoven: La extraordinaria voluntad, pasión y amor por su arte de Beethoven, venciendo todos los obstáculos que encontrara en su vida (incluso su sordera), llevándolo a revolucionar la música, me llega mucho más hondamente que el extraordinario genio natural de Mozart.

¿Es el resultado en sí mejor por el mero hecho de que la persona que lo produjo sea un “genio natural” y no tuvo que invertir mucho esfuerzo en producirlo, en comparación con el mismo resultado alcanzado por otro “mero mortal”, que en base a su dedicación y esfuerzo pudo alcanzar la misma hazaña? Obviando las posibles consideraciones económicas de costos/beneficios que no tienen nada que ver con los provechos o bondades en sí del resultado final, la respuesta me parece que es un simple no. Yo personalmente disfrutaría exactamente igual el oratorio Mesías, tal como lo produjo el genio de Händel guiado por “la inspiración divina” en sólo 21 días, que si lo hubiese compuesto algún otro mortal en seis meses. Es la misma comparación que hace ya unos años me hice cuando leí un comentario sobre una jugada de ajedrez en un libro sobre Bronstein: El autor, una autoridad, afirmaba que esa jugada se merecía doble signo de admiración (calificación de excelente) aún sea que haya sido el resultado de un tedioso análisis anterior, sin ser producto de la inspiración espontánea sobre el tablero. Yo sencillamente me pregunté: ¿Realmente habría alguna diferencia? Es decir, ¿tendría más efecto esa jugada si fuese producto de la inspiración improvisada sobre el mismo tablero al momento de la partida en marcha? La respuesta obvia para mí era un no.

Este tema tiene importancia por cuanto hace unos años no era infrecuente para mí escuchar a jóvenes ajedrecistas jactarse de que ellos no estudiaban, ni se preparaban para las partidas [3]. La contrapartida similar existía entre los estudiantes de colegios o universidades. En la mayoría de los casos esto era, claro, incierto, pero era obvia la fascinación por el “genio o talento natural” y el deseo de aparentar poseerlo. A parte de lo ridículo, esto era claramente negativo: Aún fuesen realmente genios naturales, si en adición a esa condición se dedicaran a estudiar, profundizar sus conocimientos y a pulir sus talentos, ¿cuánto más no lograrían alcanzar en la vida?

Notas
[1] Este texto fue escrito originalmente por el autor y enviado por correo electrónico a varios amigos el 8 de agosto de 2006, luego de la lectura del artículo citado en [2].

[2] Philip E. Ross, “The Expert Mind”, Scientific American, Agosto 2006, http://www.sciam.com/article.cfm?chanID=sa006&colID=1&articleID=00010347-101C-14C1-8F9E83414B7F4945, (8 de agosto de 2006).

[3] El autor es Maestro Internacional y ex Campeón Nacional de Ajedrez, ya retirado de las competencias.

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Monday, November 12, 2007

Nana Mouskouri - La Grande

Dos videos de mi cantante predilecta, la maravillosa e inmensa Nana Mouskouri. Nacida en Grecia hace 73 años (1934), Nana ya empezó en el 2005 sus giras de conciertos de despedida para finalizar una excelsa carrera de casi 50 años.

Poseedora de una voz angelical en sus mejores años, Nana ha podido deleitarnos a lo largo de su carrera con hermosas canciones de diversos géneros e idiomas que trascienden el tiempo y la moda. También ha usado su hermosa voz para inmortales melodías de la música clásica, y hecho versiones propias de piezas de óperas y lieds.

Difícilmente veremos otra cantante que pueda emular su versatilidad, longevidad y calidad interpretativa en tantas lenguas diferentes.

Aquí tienen dos conocidas piezas que fueron grandes éxitos en sus tiempos. Disfruten.


Nana Mouskouri: Je chante avec toi Liberté (Stars of Europe, 24 de marzo de 2007, Bruselas, Bélgica).
Original de Giuseppe Verdi, coro Va pensiero de la ópera Nabucco (1842). La letra original era de Temistocle Solera, inspirada en Salmos 137.



Nana Mouskouri: Here's to you (les Enfoirés en concert, 26 de enero de 1997, Francia).
Original de Ennio Morricone (música) y Joan Baez (letra) para la película Sacco e Vanzetti (1971).


P.D. martes, 4 de diciembre de 2007, 12:30 PM:

Escuchar de nuevo a Nana siempre es una gran experiencia. La noche después de escribir esta entrada la escuché de nuevo cantar Casta Diva (CD Ode to Joy, Philips, EUA 2003). Impresionante. ¡Bravo!

Hace pocos días, mientras viajaba en mi vehículo, escuché el CD Nana Mouskouri Gold – Greatest Hits (Phillips – Universal, Canadá 2001). Está lleno de bellas canciones y melodías, y particularmente en la interpretación de la canción Le Temps qu’il nous reste su voz se manifiesta tan hermosa y acariciante.

Thursday, November 1, 2007

Roma y sus emperadores: ¿qué nos pueden enseñar?

El siguiente texto fue escrito originalmente por el autor como parte de un mensaje electrónico enviado a varios amigos el lunes pasado, 29 de octubre de 2007. Fue parte de un interesante intercambio de ideas en el que se trataron varios temas, incluyendo a Roma y sus emperadores. El texto fue ligeramente editado para ser presentado en forma independiente.


El Imperio Romano y sus mejores emperadores

Roma como imperio empezó con el reinado de Octavio Augusto a partir de 30 a.C. cuando quedó solo en el poder, hasta su muerte en 14 d.C. A la muerte de Teodosio I el Grande (379-395 d.C.), considerado el último emperador del Imperio Romano unificado y quien junto a Graciano estableció el cristianismo como su religión oficial (en 380 d.C.), empieza la evolución separada del Imperio Romano de Oriente y Occidente. Arcadio y Honorio, ambos hijos de Teodosio, fueron sus primeros emperadores. La división administrativa del imperio en Oriente y Occidente ya era un hecho vigente en la práctica a partir de Dioclesiano (245-316 d.C.), pero con la muerte de Teodosio la historia de ambos lados del imperio se separa definitivamente. El Imperio Romano de Oriente, conocido luego como el Imperio Bizantino, floreció y duró hasta 1453 d.C., pero el de Occidente decayó rápidamente y terminó el 4 de septiembre de 476 d.C. con Rómulo Augusto como su último emperador.

Analizando sobre el tema de los mejores emperadores de Roma, a Octavio Augusto sin dudas no se le puede disputar el sitial de honor (“medalla de oro”). Fue un genio político que, tras derrotar con las armas a Marco Antonio en la batalla de Actium (31 a.C.) y en Alejandría (30 a.C.), logró a través de maniobras y negociaciones –sin uso de violencia- que el Senado y el pueblo le concediera el poder vitalicio absoluto. Consolidó el sistema y no se corrompió con el poder absoluto, sino que gobernó con moderación, sabiduría y dio inicio a la Paz Romana.

La estatura de sus sucesores inmediatos distaba mucho de la magnificencia de Augusto. La virtud en los emperadores retorna con el reinado corto de Nerva (96-98 d.C.), con el inicio de lo que el historiador Edward Gibbon llamó la era de los Cinco Buenos Emperadores, y otros consideran la Edad de Oro del Imperio Romano:

Nerva (96-98 d.C.)
Trajano (98-117 d.C.)
Adriano (117-138 d.C.)
Antonino Pio (138-161 d.C.)
Marco Aurelio (161-180 d.C.)

Fue una sucesión de cinco personas virtuosas, algunas bastante cultivadas, que ostentaron el poder absoluto, pero lo usaron con moderación, virtud y sabiduría. Ellos conforman también la Dinastía de los Antoninos (aunque Nerva no era de esa familia), que también incluye a Lucio Vero (161-166 d.C.), co-emperador con Marco Aurelio, y Cómodo (180-192 d.C.), hijo y heredero de este último, pero distante en sabiduría y virtuosidad del resto de los Antoninos.

En mi opinión Trajano, nacido en Hispania (España), cerca de la actual Sevilla, merece la “medalla de plata” después de Octavio Augusto. Bajo su mando el Imperio Romano logró alcanzar su máxima extensión territorial. Le tocó también tomar la iniciativa y responsabilidad de hacer la transición, ya iniciada por Nerva, de la forma de gobierno autoritaria de la Dinastía Flavia hacia una de mayor moderación y respeto por los derechos. Estableció la política, respetada hasta Marco Aurelio, de no perseguir activamente a los cristianos, a menos que estuviesen profesando públicamente su fe. Fue un emperador altamente estimado por sus contemporáneos (llamado Optimus - Óptimo) y la revisión de la historia a través de los siglos no ha disminuido el consenso sobre su virtuosidad. La frase “felicior Augusto, melior Traiano” (“más afortunado que Augusto y mejor que Trajano”) fue empleado posteriormente por el Senado para saludar a todos los nuevos sucesores de Trajano. Incluso Santo Tomás de Aquino, siglos más tarde, lo consideró un ejemplo de pagano virtuoso.

La tercera posición (“medalla de bronce”) va, en mi selección personal, compartida para Adriano (sobrino de Trajano) y Marco Aurelio (el conocido emperador filósofo estoico, sobrino-nieto de Adriano). Ambos seres bastante virtuosos y extremadamente cultivados.

Antonino Pio fue también un gran emperador, y sería el siguiente en la lista. Adoptado por Adriano como su sucesor, respetó la expresa condición de Adriano de que la siguiente sucesión debía recaer en forma compartida sobre Marco Aurelio y Lucio Vero (hermano adoptivo de Marco Aurelio y casado con su hermana). Este co-reinado de Marco Aurelio y Lucio Vero es algo poco conocido comúnmente.

Al virtuoso emperador-filósofo Marco Aurelio lamentablemente le tenemos que atribuir su falla al nombrar de sucesor a su hijo Cómodo, quien distó mucho de la estatura de sus antecesores inmediatos. Pero la pregunta sería ¿había otro candidato idóneo a la vista? Realmente no lo sé, ni he investigado. Otra mancha en el reinado de Marco Aurelio: Se produjo la sangrienta persecución de los cristianos en Lyon, Francia (177 d.C.), contradiciendo la política establecida por Trajano. Al emperador no se le atribuye responsabilidad directa, pero no hizo nada para frenarla. Un posible origen de la persecución fueron los brotes de pestes en el imperio, que conllevó a Marco Aurelio a pensar que fueron originados por prácticas sacrílegas contra las creencias romanas.

La excelente película El Gladiador (2000), que la volví a ver por TV por Cable hace unos meses, se inspira en los últimos momentos de Marco Aurelio y el reinado de Cómodo, pero contiene varios elementos ficticios: La figura del general Maximus (Russell Crowe) es inventada; no existen indicios de que Cómodo “aceleró” la muerte de su padre asfixiándolo; y lo más importante: tampoco hay registros que indican que Marco Aurelio quiso otorgar su sucesión a otra persona, ni que deseaba que Roma retornara a una República.

Lecciones de su historia

Más que buscar y conocer detalles/datos concretos de eventos particulares de la historia del Imperio Romano, sería bastante interesante preguntarnos: ¿En una visión más general (“the big picture”), qué nos puede enseñar su historia?

A parte de la similitud con los EUA de la modernidad (que sería un tema extensísimo y no deseo tocar ahora), lanzo la siguiente consideración:

Roma evolucionó hacia la concentración del poder absoluto (con Octavio Augusto) sin grandes imposiciones ni uso de la fuerza. Augusto incluso quiso una vez renunciar y devolver sus poderes al Senado y la petición fue rechazada. Había el temor de retornar al caos hacia el cual desembocó el sistema republicano de dos cónsules simultáneamente. Existía un consenso general de que se necesitaba una persona única al mando y que la persona adecuada era Augusto. Y aunque inicialmente sus títulos (y los poderes que se derivaban de ellos) fueron temporales, renovables cada cierto número de años, poco a poco, con el apoyo de todos, se convirtieron en vitalicios. Octavio Augusto reciprocó la confianza que se le depositó y fue un gran estadista, uno de los más grandes de la historia. Sin embargo, la gran mayoría de sus sucesores no se mostraron dignos de semejante confianza. Seguramente muchos de los que propugnaron y apoyaron la concentración del poder en la figura del emperador, y sobrevivieron al largo reinado de Augusto, sintieron posteriormente que cometieron un error (lo mismo que las generaciones siguientes de romanos).

El problema central fue la instauración y legalización de un sistema que concentrara su poder en una persona única. Se asemeja a lo que resultaría de acatarse una opinión que cada cierto tiempo escuchamos: Que es mejor un dictador bueno que una democracia desorganizada. Pudiera ser que tengamos buena suerte y la persona seleccionada para ser el “Dictador Bueno” sea virtuosa y llene las expectativas. Pero recordemos también que las personas pueden ser corrompibles y su carácter igualmente puede cambiar con el tiempo y las circunstancias. ¿Cómo procederíamos? ¿Armar una revolución cada vez que el “Dictador Bueno” se transforme en un “Dictador Malo”?

Y aún cuando la persona cumpla a feliz término su “virtuosa dictadura”, el sistema ya está instaurado, ¿a quién le tocaría regir en la siguiente dictadura? ¿Existiría necesariamente alguien con la virtud, sabiduría y ecuanimidad suficiente para asumir esos poderes dictatoriales por un tiempo indefinido? Me temo que no hay garantías de ello.

Legado

El legado de Roma es otro largo tema. Sólo copio a continuación un comentario general que escribí recientemente en el blog “
Los Diletantes”:

Sin dudas, la civilización occidental tiene sus raíces en la Grecia antigua. En cuanto al desarrollo en las artes, filosofía, ciencias, literatura, los griegos fueron superiores y más originales. Sin embargo, no es concebible la civilización occidental sin incluir los aportes de Roma, no solo en su rol en la preservación de la herencia griega, sino también por sus propios aportes. El derecho, la ciencia de la administración pública, la ingeniería (la maravillosa red de carreteras, los acueductos, etc.), el arco en la arquitectura, etc.

La búsqueda contemporánea del conocimiento en las fronteras de las ciencias, sobre el origen del universo, sobre el genoma humano, o los viajes de exploración espacial, pueden quizás tener sus raíces en la curiosidad de la Grecia Clásica. Pero pienso que, de igual manera, la aplicación práctica de los conocimientos, los avances tecnológicos, las maravillas de la ingeniería moderna, deben mucho a la mente práctica de los romanos.

…..aunque los romanos no tuvieron el talento y/o el interés de los griegos (muy específicamente de la Grecia de Atenas) por las teorías filosóficas y políticas, y no formularon teorías sobre la democracia o hasta formas de gobierno, se rebelaron contra los tiranos y formaron su República 500 años antes de Cristo, mucho antes de su conquista de Grecia (a partir de 146 a.C.). No era una democracia propiamente dicha, pero una forma de gobierno con poder no hereditario.


Foto: Coliseo Romano
Fuente: Wikimedia
http://commons.wikimedia.org/wiki/Image:Colosseum_in_Rome%2C_Italy_-_April_2007.jpg